Se culpa a la pandemia del aumento de la violencia armada en EE. UU.

　　Los agentes de policía se forman durante un enfrentamiento con manifestantes frente al Edificio de Seguridad Pública el 7 de septiembre de 2020 en Rochester, Nueva York. [Foto / Agencias]

　　Las ventas de armas aumentan en medio del COVID-19 y los disturbios políticos

　　Desequilibrio mental. Pobreza. Síndrome del salvaje oeste. Alcoholismo. Demasiadas armas.

　　Todos estos factores y más se han considerado durante décadas como causas de homicidios relacionados con armas de fuego en Estados Unidos, que tiene la población civil más armada del mundo.

　　Ahora la policía, los funcionarios gubernamentales, los criminólogos, los trabajadores sociales y los expertos en salud mental están diciendo que el año pasado un nuevo factor ayudó a alimentar la violencia con armas y la venta de armas: la pandemia.

　　A medida que la cantidad de personas muertas en los EE. UU. Por COVID-19 se acerca a 400,000 y los funcionarios de salud intentan vacunar a millones para detener el aumento, el país ha visto aumentar las ventas de armas y la violencia relacionada desde las primeras etapas de la pandemia.

　　Los números de casos nuevos no muestran signos de disminución, según las autoridades policiales, que temen que puedan empeorar a medida que el virus continúa aumentando. También existe el temor de que el asalto al edificio del Capitolio en Washington el 6 de enero pueda provocar disturbios civiles, con personas que compran armas para protegerse.

　　Brandon Wexler, propietario de una tienda de armas en Delray Beach, Florida, dijo a ABC News en un informe el 18 de diciembre: "Cuando COVID salió inicialmente a las calles en los Estados Unidos de América, el negocio realmente comenzó a despegar".

　　Jimmy Gong, propietario de Jimmy's Sport Shop en Mineola, Long Island, a unos 32 kilómetros al este de Manhattan, también dijo que ha visto un auge en la venta de armas.

　　"Es la pandemia y la inestabilidad de nuestro gobierno", dijo, señalando el asalto al Capitolio. "La gente tiene miedo".

　　En Gun for Hire en Woodland Park, Nueva Jersey, un empleado que contestó el teléfono el 16 de enero pero no quiso dar su nombre, dijo que ese día había tenido que esperar cuatro horas para usar su campo de tiro bajo techo.

　　Cuando se le preguntó por qué había tantos clientes, dijo: "La razón principal es la pandemia", y agregó: "La gente tiene miedo".

　　Según la Small Arms Survey de 2019, hay más de 393 millones de armas en los EE. UU. Eso es más de un tercio de todas las armas de propiedad civil en el mundo, lo que convierte a Estados Unidos en el país número uno en términos de posesión de armas.

　　Texas tenía la mayor cantidad de armas registradas (830,109) y Rhode Island, el estado más pequeño, el número más bajo, con 4,784.

　　Los distribuidores de armas de fuego estadounidenses reportaron ventas récord el año pasado, con un estimado de 21 millones de armas vendidas, un aumento del 73 por ciento interanual, según un análisis de los datos de verificación de antecedentes del FBI realizado por The Trace, un sitio independiente de noticias de investigación.

　　La Brookings Institution estima que se han vendido 3 millones de armas de fuego más desde marzo, además de la cantidad que se vendió normalmente durante este período, y la mitad de este total se registró solo en junio.

　　En la ciudad de Nueva York, donde puede llevar más de un año obtener una licencia de armas de fuego, el departamento de policía dijo que las solicitudes de licencias de armas casi se duplicaron el año pasado.

　　Dijo que durante los primeros seis meses del año pasado recibió 3.830 solicitudes para pistolas, rifles y escopetas en comparación con 2.012 en el mismo período del año anterior, un aumento del 90 por ciento.

　　El año pasado, Chicago, Nueva York y otras ciudades de Estados Unidos experimentaron un fuerte aumento en la violencia armada desde finales de la primavera.

　　De mayo a junio del año pasado, los homicidios en 20 ciudades importantes de EE. UU. Aumentaron en un 37 por ciento, encabezados por Chicago, Filadelfia y Milwaukee, según el Council on Criminal Justice, un grupo de expertos no partidista. Estos aumentos coincidieron con el fin de los cierres relacionados con la pandemia, el desempleo masivo debido al brote, las protestas masivas condenando la violencia policial contra los negros y el verano, cuando la delincuencia aumenta cada año.

　　Los homicidios y tiroteos en la ciudad de Nueva York aumentaron drásticamente el año pasado, dijeron funcionarios de NYPD.

　　Los recursos policiales se vieron reducidos por la pandemia y por las respuestas a las protestas a gran escala por la muerte en mayo de George Floyd, un afroamericano presuntamente asesinado en Minneapolis por un oficial de policía blanco.

　　El número de asesinatos en la ciudad de Nueva York aumentó a 462 el año pasado, casi un 45 por ciento más que los 319 de 2019, y fue el año más sangriento de la ciudad en casi una década, según el departamento de policía.

　　Los asesinatos estuvieron acompañados por el mayor aumento de la violencia armada en 20 años, según estadísticas policiales.

　　Los datos muestran que el número de víctimas de tiroteos en la ciudad se duplicó con creces a 1.868 el año pasado, frente a 923 en 2019.

　　Los funcionarios del Departamento de Policía dijeron que el recuento de personas se redujo después de que cientos de oficiales contrajeron COVID-19 en la primavera. Las protestas de verano por la muerte de Floyd también afectaron a la fuerza laboral del departamento, dijeron los funcionarios.

　　"No puedo imaginar un período más oscuro", dijo el comisionado de policía Dermot Shea en una sesión informativa de fin de año con periodistas, citando la influencia de la pandemia y las protestas.

　　Shea y el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, también citaron una serie de otros factores que alimentaron el aumento de tiroteos y asesinatos en la ciudad.

　　Los cambios en las leyes que permiten la libertad bajo fianza, la ralentización de los procedimientos judiciales y un número reducido de arrestos han sido citados por funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, políticos y criminólogos como factores que alimentan el aumento de los delitos violentos.

　　El superintendente del Departamento de Policía de Chicago, David Brown, habla durante una conferencia de prensa en Chicago, Illinois, EE. UU., El 27 de julio de 2020. [Foto / Agencias]

　　Violencia de las pandillas

　　Los funcionarios del Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York también han señalado el aumento de la actividad entre las pandillas como factor en aproximadamente la mitad de los tiroteos en la ciudad.

　　De marzo a mayo del año pasado, en los primeros tres meses de la pandemia, los investigadores de la Universidad de California, Davis, y el Centro de Investigación de la Violencia por Armas de Fuego de la Universidad de California estimaron que hubo un aumento del 8 por ciento en la violencia por armas de fuego, con 776 heridos adicionales o muertes en todo el país.

　　"Encontramos un aumento significativo en la violencia con armas de fuego en los Estados Unidos asociado con el aumento repentino en la compra de armas relacionado con la pandemia del coronavirus", afirmaron los hallazgos publicados por los investigadores. Los hallazgos se han hecho públicos, pero aún no han sido revisados ​​por pares.

　　Los autores del estudio señalaron que el aumento de las ventas por sí solo probablemente no explica por completo el aumento de la violencia.

　　"La pandemia ha exacerbado los factores que contribuyen a la violencia interpersonal, incluido el estrés financiero, la tensión, el trauma, la preocupación y una sensación de desesperanza", escribieron.

　　Julia Schleimer, autora principal del estudio y analista de datos de UC Davis, dijo: "Todo eso puede hacer que la gente se sienta nerviosa, desesperada. Una vez más, el trauma es algo que impulsa la violencia, por lo que es importante reconocer todos esos factores contribuyentes. "

　　Samantha Meltzer-Brody, directora del departamento de psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, también atribuye el aumento de la violencia en gran parte a la pandemia y al estrés adicional que ha causado.

　　"Creo que a todos nos preocupa cada vez más que cuanto más dure esta (la pandemia), seguirá teniendo un mayor impacto en el bienestar emocional y la salud mental de las personas y dará lugar a formas cada vez más destructivas de afrontar la situación. para aquellos que están en un lugar vulnerable ", dijo.

　　La pandemia por sí sola no causa violencia, dijo Meltzer-Brody, pero puede inflamar la ansiedad, el estrés o la tensión existentes. Incluso antes de la pandemia, EE. UU. Enfrentaba lo que muchos expertos en salud llaman epidemias de salud mental y de violencia con armas de fuego.

　　Por AI HEPING en Nueva York | China Daily Global | Actualizado: 2021-01-18 07:31